Mochileando por el mundo

Leerlos es divertido. La información se presenta de un modo simple, resumido. Y debo aclarar antes de que oscurezca: resumido no quiere decir que sea poco sino lo contrario, los consejos, los tips, y los buenos datos para viajar están dosificados y bien organizados, y eso lo hace más atractivo, fácil de navegar y de encontrar (lo que uno busca y necesita para el viaje de nuestros sueños). Y ahora voy a la parte divertida: la breve pero “loca” historia de como pude conocerlos en persona antes de conocer su blog (si lo confieso, todavía no había conocido su blog, porque es que la blogósfera de viajes en español crece mucho, y se me va de las manos).

ue algo así: yo había llegado hacía unos pocos días a Nueva Zelanda. Ellos también. Estando actualizando el blog (101lugares) desde la biblioteca de Auckland, se me ocurre publicar en Facebook eso mismo (“estoy actualizando desde la biblioteca de Auckland”)…y fue minutos después, que Rober y Leti (una simpática pareja hispano-italiana, aunque creo que ellos dirían una pareja de majetes) me responden por Facebook algo así como “nosotros también estamos en la biblioteca”….Así de inusual fue como nos conocimos. Rober y Leti escriben el blog Mochileando por el mundo, y según se definen son dos mochilocos (es que si bien hemos tenido nuestro improvisado encuentro en Auckland, no me animo a confirmar su mochilocura irracional) Mensaje encubierto sutilmente para Rober y Leti: chicos, los voy a hacer quedar de maravillas….

En fin, que ésta reseña no tiene nada que ver con un vínculo de afinidad ni conveniencia, y aquí voy en serio. Por lo expuesto en el primer párrafo, confirmo que deberían agregar a su lista de intereses de Facebook, a su timeline, a Twitter, o a donde gusten a Mochileando por el mundo. Y debo agregar: es un blog que se actualiza (y mucho) mientras viajan al mejor estilo mochilero (Vienen de India, gran parte del Sudeste Asiático, y no van a parar según la energía que transmiten), suman información de la buena, despiertan inspiración, ganas de viajar. Todo lo que uno le pediría a un blog de viajes, nada menos. Y aquí los dejo porque me voy a leerlos un rato, que me divierto.